Sebastián A. Ríos

24 de jul de 2020

Bressia Profundo 2016: identidad, frescura y equilibrio

Actualizado: 11 de sep de 2020

Bressia Profundo 2016

"Buscaba un vino que me identificara, donde el varietal no dominara el vino, sino que sea el vino el que lleve mi marca y mi impronta". Así explica el enólogo Walter Bressia por qué optó por un blend -casi 20 años atrás- a la hora de crear Bressia Profundo, uno sus vinos más reconocidos y del que ahora llega una nueva añada, la 2016. "Me resultaba difícil encontrar la perfección en un solo varietal -agrega-. De por si los grandes vinos siempre fueron blends, lo que les da la personalidad, la impronta".

Frente a "la transparencia del terruño" que muchos enólogos proponen hoy como encuadre a la hora de elaborar un vino -ejercicio que en teoría se plantea eliminar de la ecuación la mirada personal de quien lo hace-, Bressia se para desde el otro lado de la cancha para afirmar que es él quien habla a través de sus vinos. Y eso se nota. Profundo es Profundo a través de los años y, si bien el factor climático no deja de expresarse en la copa, es el arte del assemblage lo que marca el estilo y el caracter del vino.

Walter Bressia, junto a su Profundo

Bressia Profundo 2016 es, por sobre todo, un tinto sumamente equilibrado y fresco. En esto último mete la cola la añada, fría e inusualmente lluviosa para Mendoza. Por el resto habla el corte de Malbec (50%), Cabernet Sauvignon (30%), Merlot (10%) y Syrah (10%) elaborado con uvas provenientes de Luján de Cuyo, y que da lugar a un vino de aromas sutiles que se presentan en capas, y en las que predominan las frutas negras (moras), algunas notas herbáceas y otras de chocolate y tabaco. En boca es de entrada suave, sedosa y fresca, aparecen notas a frutos rojas que se suman a las de frutos negros y a las de tabaco y chocolate que aporta la cuidada crianza en barrica; los taninos son finísimos, delicados, y la acidez es alta pero amable. Su graduación alcohólica es de 14,5%.

Su precio de venta sugerido es de $1650

No hay dudas de que lo mejor está por venir. Tiene todos los componentes para evolucionar generosamente con el paso de los años: acidez, buenos taninos y fruta aún viva, pero por sobre todo un gran equilibrio en los componentes, donde ninguno sobreactúa.