“Nos propusimos volver a mirar el lugar del que venimos", dice el enólogo Héctor Durigutti, y se refiere a Santa María de Oro, Rivadavia (Mendoza), lugar de dónde surge la línea Cara Sucia, que acaba de sumar en su segunda añada un blanco y un tinto. "Así redescubrimos otras variedades entendiendo que no hay planta más noble y fruto más versátil que la vid, y decidimos elaborar como primer vino de Cara Sucia una Cereza, proveniente de un parral muy antiguo de la finca de nuestros primos”, agrega.
Al Cara Sucia Cereza inicial le siguen en este 2020 un Cara Sucia Sangiovese y un Cara Sucia Blanco Legítimo, que es una cofermentación de distintas variedades blancas presentes en el viñedo del este mendocino del que surge el proyecto: Palomino, Pedro Ximénez, Ugniblanc, Chenin, Moscatel Amarillo, Sauvignones... La etiqueta sigue siendo la misma: la botella borgoña se ilustra con un camión Federal, de 1947, uno de aquellos que se usaba antaño en las viñas de Rivadavia (hoy en manos de Héctor y Pablo, y en proceso de restauración para su conservación).
Cara Sucia Sangiovese 2019 es un tinto que llama la atención por su color rojo brillante pero de baja intensidad, entre un rosado y un Pinot. Nítidos aromas a fruta negra, en boca expresa la dulzura de la fruta, en un vino fluido, de bajos taninos y una acidez refrescante. Se bebe como agua y es ideal -entre otras cosas por su baja graduación alcohólica, de 12,3%- para recuperar la casi olvidada costumbre de beber una copa de vino en los almuerzos de los días laborales.
En cuanto al Cara Sucia Blanco Legítimo 2019, se trata de un vino que sorprende por su buen cuerpo y la intensidad de aromas y sabores a frutas tropicales, cítricos y hierbas. Por momentos su untuosidad en boca lo emparenta con un Chardonnay, pero no es la uva francesa la que lo sustenta. Una acidez marcada evita que sea pesado e invita a acompañarlo de platos como pesca de río. Su graduación alcohólica es más importante que la de su hermano tinto: 14%.
En ambos casos se trata de vinos provenientes de viñedos manejados en forma orgánica, que han sido fermentados en huevos de cemento, sin paso por madera y sin posteriores procesos de filtrado y clarificación. El precio de venta sugerido de la linea es de 285 pesos, un verdadero e imbatible best buy.