La bodega chilena Viña Casa Marín desembarca en la Argentina

Establecida a tan solo 4 kilómetros del océano Pacífico en Lo Abarca, dentro de la región de Valparaíso, la bodega chilena Viña Casa Marín elabora vinos a partir de viñedos expuestos a la fría y ventosa influencia de ese enorme cuerpo de agua. Allí, la familia comandada por María Luz "Marilú" Marín cultiva las variedades Pinot Noir, Sauvignon Blanc, Syrah, Riesling, Gewürztraminer y Sauvignon Gris bajo la denominación de origen (DO) Valle de San Antonio, y es otra familia de este lado de la cordillera, Familia Millán, que ha comenzado a traer algunos de sus Single Vineyard a la Argentina.

Creada hace más de 50 años por José Jesús Millán, Familia Millán se encuentra detrás de cuatro bodegas emblemáticas de Mendoza y San Juan -Mosquita Muerta Wines, Bodega Los Toneles, Abrasado y Fuego Blanco-, así como también cuenta con un destacado portfolio de vinos & spirits importados, entre los que se cuentan Ron Barceló, Beluga Vodka, Don Roberto Tequila y MG Gin, y al que ahora se suman los vinos de Viña Casa Marín.

Los primeros vinos de esta bodega que conduce hoy Felipe Marín, enólogo e hijo de Marilú, en llegar a la Argentina son los Sauvignon Blanc y Pinot Noir que integran la línea Cartagena y Casa Marín Cipreses Vineyard. Cartagena Sauvignon Blanc 2019 es una blanco sumamente expresivo, indudablemente Sauvignon Blanc, con todos los atributos clásicos de la variedad: aromas a ruda, espárragos, herbales e incluso cítricos. En boca tiene bastante volumen, buen graso y es suave al paladar; a los sabores herbáceos se suman otros de fruta de hueso (durazno blanco). Levemente salino, ofrece un final largo y una gran perfil gastronómico: va bien con pesca, ensaladas, quesos duros y solo, como aperitivo. Su graduación alcohólica es de 13,5%.

En cuanto a Cartagena Pinot Noit 2018, se expresa en la copa con un color teja y aromas entre los que predominan las notas a hojas húmedas, champignon y, detrás, la fruta roja y algunas sutiles notas tostadas aportadas por su crianza de 12 meses en barricas de roble. En boca es más austero que en nariz, donde predominan la fruta negra y los sabores terrosos. Taninos finos, volumen medio y una acidez suave y refrescantes redondean este vino ideal para acompañar mariscos, carnes rojas no muy intensas y pastas. Su graduación alcohólica es de 14%.
El precio de los Cartagena Pinot Noir y Sauvignon Blanc es $2400