Hacer vino solo con uva. Esa es la premisa detras de la línea Sobrenatural de Chakana, bodega que esta semana presentó sus cosechas 2020, que acaban de salir a la venta. Y si la frase para muchos puede parecer una obviedad, en realidad resume la filosofía de trabajo de esta línea, cuyos vinos además de ser orgánicos y biodinámicos -y, también, veganos-, se enrolan dentro del movimiento del vino natural, que plantea la mínima intervención en la elaboración así como también el no agregado de sulfitos (SO2) a los vinos para asegurar su conservación.
“Sobrenatural nació como una decantación de conceptos y experiencias. La línea proviene de Finca Nuna, en Agrelo (Mendoza), que está certificada como biodinámica, y cuya uva mostró una gran mejoría en su calidad con la trasformación de viticultura convencional a orgánica y luego biodinámica. Ya estábamos en un proceso de menor intervención en la elaboración de los vinos, fuimos sacando enzimas, levaduras y correcciones. Sin filtrar, ni clarificar… y, obviamente, lo más difícil de sacar era el SO2”, explica el enólogo Gabriel Bloise. “Cuando hicimos la prueba los resultados fueron sorprendentes… son vinos en los que se destaca la amplitud en boca de una manera notable, la estructura y el tanino tienen una expresión diferente, es otra experiencia”.
Sobrenatural incluye, en la añada 2020, al Sobrenatural Frisante Rosado, al Sobrenatural Bonarda y al Sobrenatural Tinto, quedando este año fuera de producción el Sobrenatural Frisante Tinto. Y lo destacable es que, aun siendo vinos que estilísticamente se despegan del común de los vinos argentinos -en gran medida por cierta rusticidad en sus texturas, así como también por la aparición de algunos aromas y sabores, como los cítricos, no habituales en los tintos-, se trata de vinos que pueden ser disfrutados por el común de los consumidores, ya que tienen una prolija factura y no abusan de acidez y concentración excesivas, como a veces pasa con más de un vino natural.
El precio de Sobrenatural Frisante Rosado y del Tinto es de $630, mientras que el del Sobrenatural Bonarda es de $580 en versión 750 ml y de $290 en versión 375 ml
Alguien podría hablar de un salto de calidad, aquí preferimos decir que están afinando la puntería, ¡y mucho! Empecemos por el Sobrenatural Tinto 2020, que a nuestro parecer es el más logrado. Corte mayoritario de Tannat (75%), con un porcentaje menor de Malbec, es un tinto de color rojo violáceo casi negro. Algo austero en aromas (fruta roja), conviene decantarlo o, mejor, abrirlo un buen rato antes de servirlo para que se abra. En boca es tánico, pero de taninos muy finos, levemente secantes; sus sabores son predominantemente de fruta negra, pero con una interesante nota cítrica. Según sus hacedores, puede beneficiarse con un par de años de guarda. Su graduación alcohólica es de 14%.
Al igual que su hermano tinto, Sobrenatural Bonarda 2020 no tiene paso por madera. Si bien su color rojo casi negro lo emparenta, se trata de un vino para beber ya y disfrutar de la nitidez y exhuberancia de su fruta. En aromas combina violetas fragantes con fruta roja; ciruelas, moras. En boca es amplio, de entrada suave y dulce (aunque es un vino seco); es como beber jugo de uva, casi masticable. Su graduación alcohólica es de 13,5%.
Finalmente, Sobrenatural Frisante Rosado 2020 es un corte de Tannat (75%), Malbec (20%) y Syrah (5%). Color rosa viejo, sus aromas combinan la frutilla con el durazno (licor de durazno, podría decirse). Integrante del grupo de los pet nat o petillant naturel, su burbuja es de tamaño medio, algo rústica, pero disfrutable. En boca tiene buen volumen, acidez media y algo de taninos perceptibles. Dulzón, con dulzor de fruta madura, su final es levemente amargo. Su graduación alcohólica es de 12,5%.