No hay dudas de que el Cabernet Franc es la estrella de la casa. Alejandro Vigil, enólogo detrás de Bodega Aleanna, ha obtenido 100 puntos de la crítica internacional con su Gran Enemigo Single Vineyard Gualtallary 2013 (y, más precisamente, los envidiables 100 puntos Parker). Es de esperar entonces que el atención y la demanda estén centradas en esta cepa tinta que tan bien sabe manejar Vigil. Sin embargo, son muchos los grandes vinos que el Enemigo elabora a la sombra del Cabernet Franc. Uno de ellos es el semillón.
Parte del desconocimiento en torno a El Enemigo Semillón es que la bodega produce una cantidad reducida de botellas. Pero, ¿qué tiene de especial este semillón mendocino? Además de deslumbrar con una gran textura, como todo buen semillón, tiene una frescura y una vivacidad destacables. De color amarillo brillante, casi dorado, ofrece aromas a pera y manzana. En boca tiene una entrada oleosa, de buen volumen y mucha mineralidad. La acidez es tensa y jugosa, y en el final de boca persiste una deliciosa nota a pera.
Es un gran blanco para acompañar pescas y platos nikkei, pero también para beber con carnes: asados, bondiolas y entrañas se llevan muy bien con este semillón. También puede ser una buena opción a la hora del postre, especialmente si la elección son los quesos. Su graduación alcohólica es de 13,5%, y es indudable que tiene un gran potencial de guarda.
Su precio de venta sugerido es de 890 pesos.