A toda bodega argentina le llega el momento de verse cara a cara con el Cabernet Franc. No hay otra. Cuesta pensar hoy un portfolio de una bodega que no incluya una etiqueta que destaque como varietal a esta variedad que brilla -¡y cómo!- en los cortes tintos de Saint Émilion (Burdeos, Francia). A algunas les va mejor, a otras peor. Pero en el caso del Cabernet Franc que acaba de sacar a la calle Vinos de Potrero, bodega que conduce Belén Soler Valle junto a su marido el ex futbolista Nicolás Burdisso, no nos queda otra que aplaudir...
“Para mí, de los vinos tintos, el Cabernet Franc es el varietal que se asimila mucho más al Malbec, en cuanto a su plasticidad. Podés lograr un gran Cabernet Franc de guarda sumamente complejo y a su vez podés lograr un ejemplar frutado o un vino de todos los días", dice Bernardo Bossi Bonilla, enólogo de la bodega. "Si hablamos del Cabernet Franc de Vinos de Potrero es completar la línea, salir de los clásicos y sumar este exponente que es muy representativo tanto en el mercado interno como el externo. Lo elaboramos de manera tradicional en piletas de hormigón y posee 12 meses de maduración en barricas usadas de roble francés”, agrega.
Su precio de venta sugerido es de $660
Elaborado con uvas de Gualtallary, Valle de Uco (Mendoza), Potrero Reserva Cabernet Franc 2018 es un tinto color violáceo de bastante intensidad. Sus aromas son austeros, de fruta negra y perfil herbal, en el que sobresalen notas especiadas y mentoladas. Contrasta la austeridad en nariz con lo expresivo que resulta en el paladar: su entrada es de fruta especiada, acompañada de notas mentoladas y un fondo en el que aparecen tostados dulces. Es bastante tánico, de taninos rugosos, cuerpo medio y una acidez alta. Su graduación alcohólica es de 14,5%. Aparenta muy versátil: bien solo, bien con carnes, pastas y picadas.