Hasta hace unas semanas, la última cosecha de Barbera de la línea Pequeñas Producciones de Escorihuela Gascón de la que había registro era la 2009, que llegó a las vinotecas en 2013 (andá a conseguirlo...). De ahí la alegría de quienes somos fans de la forma en que esta bodega trabaja variedades de origen italiano con pocas hectáreas cultivadas en la Argentina (algo similar a lo que ocurre con el Sangiovese que integra la línea Escorihuela Gascón) al enterarnos de que la añada 2018 está lista para descorchar. Pero, ¿por qué tan escaso este Barbera?
Matías Ciciani Soler, enólogo de la bodega, nos da una pista: “Nos cuesta mucho elaborarlo porque se trata de una variedad muy sensible a la humedad, se pudre fácil, por eso cada vez que terminamos de elaborar un ciclo de Barbera nos da felicidad, ya que obtenemos un vino único que se hace desear muchísimo. Elaborar [la cosecha 2018] despertó un montón de cosas en mí. Había bebido Barberas de Italia, pero nunca un argentino de Asti de calidad, y cuando encontré que teníamos esta selección tan especial en nuestra finca estaba como loco”.
Su precio de venta sugerido es de $2050
Escorihuela Gascón Pequeñas Producciones Barbera 2018 proviene de la finca de Agrelo, Mendoza, donde la bodega también cultiva Sangiovese y Verdicchio. Y es una locura de sutilidad. Color rojo rubí, de intensidad media, en nariz ofrece tímidos aromas a fruta roja, con algunas pequeñas notas tostadas y de vainilla de fondo. En boca se destaca la fruta roja, ahora sí más nítida, de cerezas y ciruelas algo ácidas, enmarcada por taninos finos bajos y una cuerpo medio, levemente envolvente, que fluye gracias a una acidez jugosa. Es hermoso, pero nos asalta la culpa de pensar que tiene muuuuuucho para crecer en botella. Dato adicional: su graduación alcohólica es de 14.4%.