Sin azúcar agregado, sin levaduras agregadas, sin sulfitos agregados... Pet Nat, la nueva línea de burbujas de Bodega Cruzat, se enrola dentro del movimiento de vinos naturales, que propone la mínima intervención en la elaboración y que tiende a rescatar métodos tradicionales de producción. Y este es el caso de estos vinos, que han sido creados por la forma más antigua que se conoce para generar burbujas.
Se trata de un "pétillant naturel", lo que se traduce como naturalmente espumoso. En su elaboración, el jugo de uvas realiza parte del proceso de fermentación en tanques de acero inoxidable, pero luego completar ese proceso dentro de la botella. Diez días dura cada fase y luego el vino frisante ya está listo. A diferencia de los métodos Charmat y Champenoise, solo requiere una fermentación para generar las burbujas, que en este caso se producen en parte dentro mismo de la botella.
Es por ello que los Pet Nat llegan a la vinoteca con las borras (lías de levadura) en el fondo de la botella; qué tanto se mueva la botella durante el servicio indicará que tan turbio quedará el vino en la copa. No hace falta aclarar que los vinos no han sido filtrados. El resultado es, además de cierta turbidez, una textura cremosa que acompaña las burbujas finas característica de un frisante.
La nueva línea de Cruzat incluye dos variedades: Pet Nat Chardonnay y Pet Nat Pinot Noir. En ambos casos la cosecha es 2020, y la recomendación es de beberlos dentro del año, ya que pierden rápidamente frescura. ¿Qué encontraremos en ellos? Una acidez alta y tensa, que enmarca a la burbuja fina y a una textura cremosa. El chardo tiene un perfil cítrico y el pinot de frutos rojos, en ambos casos acompañados por notas de panificados aportadas por las levaduras.
El precio de venta sugerido es de 650 pesos.
Para los que le interesó el tema, la bodega cuenta un poco de historia sobre los Pétillant Naturel: "el método ancestral nació por accidente en el Siglo XVI en Limoux, Francia. Las bajas temperaturas hibernales generaban que el vino deje de fermentar, entonces se embotellaba creyéndose completamente terminado. Durante los meses de primavera -cuando subían las temperaturas y se reactivaban las levaduras-, muchas botellas no resistían la presión del arranque de la fermentación y explotaban en la bodega".
Sin embargo, señalan desde Cruzat, "algunas botellas sí resistían dicho proceso, y así dieron origen a los primeros espumosos bajo el método ancestral o Pétillant Naturel. Años después (en 1668), Dom Perignon ideó la manera de controlar el proceso y evitar accidentes creando el conocido método champenoise o tradicional".