Con más de 90 años de historia, Bodega Caroyense demuestra estar a tono con algunas de las tendencias más interesantes que atraviesa el vino argentino, como la baja graduación alcohólica y el uso de variedades no tradicionales. Esta bodega establecida en 1930 en Colonia Caroya, Córdoba, por inmigrantes italianos provenientes de la región de Friuli-Venezia, produce vinos en el marco de la Indicación Geográfica (IG) Colonia Caroya.
Una de sus destacables etiquetas es Viñas de Caroya Innovazione Blanco Dolce, un corte de 90% Malvasía istriana (también conocida como Malvasía Friulana) y 10% Sauvignon Blanc, que se expende en botella de 500 ml, con tapa corona. Es un vino dorado, que combina aromas de miel, de hierbas (incluida la ruda del Sauvignon) y de durazno. Amplio y envolvente en la boca, tiene una acidez media que se equilibra bastante bien con su dulzor, y una gran versatilidad gastronómica. Su graduación alcohólica es de 11,2%.
Viñas de Caroya Innovazione Tinto es un corte de Petit Verdot (37%), Cabernet Franc (33%) y Malbec (30%). Eminentemente frutal, de aromas a fruta roja y negra -frambuesa y cassis-, en boca es ágil y expresivo, y conviene beberlo fresco. También llega en botella de 50 ml, con tapa corona. Su graduación alcohólica es de 12,4%. En ambos casos, son vinos para beber jóvenes, que no se beneficiarán con la guarda.
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